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HISTORIA DE LA FINCA

UN SUEÑO CREADO HORMIGA POR HORMIGA

COMO NACE FINCA LAS HORMIGAS

Finca Las Hormigas, surgió del corazón de la selva costarricense como un milagro inesperado. Hace más de 20 años, Manuel y un amigo adquirieron este terreno de un ganadero, con la idea de construir una modesta finca para escapar del ajetreo de la vida moderna. Durante gran parte de su pasado, la propiedad estuvo aislada, accesible solo a través de una densa selva.

A lo largo de los años, Manuel, junto con su familia y amigos, solían ir de excursión para disfrutar del terreno, acampando los fines de semana en uno de los antiguos campos de ganado. En cada visita, debían cargar provisiones, poco a poco, como hormigas, para construir una pequeña cabaña. Cada excursión se convertía en una oportunidad para acumular materiales para este humilde refugio.

farm community
cabins

En 2019, el municipio inauguró una carretera que atraviesa diez propiedades vecinas y llega hasta nuestra entrada. En seis meses, la construcción de la carretera provocó la deforestación inmediata de las tierras cercanas, lo que pone de relieve el profundo impacto que la infraestructura puede tener en los entornos naturales y el llamado a la protección.

Con el camino surgió la necesidad de una presencia permanente en la propiedad. Contratamos a un cuidador y a su familia para que se mudaran, lo que significó renunciar a la pequeña cabaña que tanto habíamos apreciado. Buscando un nuevo espacio, acampamos en otro campo y pronto decidimos construir una nueva estructura sencilla en la cima de una colina, que ahora alberga La Casona, el corazón de la finca en la Zona 0. También construimos tres modestos bungalows con forma de A para que sirvieran como refugios de fin de semana.

El deseo de cultivar nuestros propios alimentos se hizo cada vez más presente. Montamos un pequeño invernadero y nos dimos cuenta de que necesitábamos ayuda. Invitar a un voluntario con ideas afines a compartir nuestro espacio fue una decisión importante, pero tras mucha deliberación, dimos el salto. Pronto llegó nuestro primer voluntario, seguido de varios más. En un mes, teníamos una comunidad de cinco o seis voluntarios viviendo en la granja, sembrando las semillas de la vida en comunidad.

En aquellos primeros tiempos, cocinábamos en fogatas y usábamos cubetas de cinco galones como inodoros, métodos que pronto demostraron ser insostenibles. Manuel invitó a amigos expertos en permacultura, quienes ofrecieron consejos para mejorar nuestros sistemas, como implementar principios de permacultura, cultivar alimentos en suelos arcillosos difíciles y fomentar la biodiversidad mediante la instalación de estanques en nuestros campos áridos. Cuando se hizo evidente cómo los conceptos de permacultura podían mejorar esta tierra, el proyecto empezó a rodar y no se ha detenido desde entonces.

ecolodge

A partir de ahí, paso a paso, a través de fracasos y éxitos, nos dimos cuenta de que estábamos creando algo más grande de lo que habíamos imaginado. Todo era el resultado de pequeñas acciones de muchas personas que trabajaban juntas en comunidad por un propósito mayor.

Así nació Finca Las Hormigas.

CONSTRUYENDO JUNTOS: EL ESPÍRITU DE LAS HORMIGAS

En Finca Las Hormigas, nuestra trayectoria es un testimonio del poder del esfuerzo colectivo. Desde los pasos fundacionales de Manuel y sus hijas, Maya Soleil y Sara Luna, hasta las innumerables contribuciones de las hormigas del pasado, del presente y del futuro, cada persona ha desempeñado y desempeñará un papel fundamental en el cuidado de nuestra tierra y nuestra comunidad.

Al igual que un hormiguero, donde las acciones de cada miembro, aunque pequeñas por sí solas, culminan en logros notables, nuestra comunidad prospera gracias a un propósito compartido y a la colaboración. Cada pala que se mueve, cada semilla que se planta, cada idea que se intercambia contribuye a una visión más amplia: una combinación armoniosa de vida sostenible y crecimiento comunitario.

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Día a día, acción a acción, pensamiento a pensamiento, seguimos construyendo y evolucionando, encarnando la esencia de nuestro nombre. Juntos, somos más que una simple finca; somos una comunidad viva y palpitante, que crece y prospera al unísono. No previmos llegar hasta aquí ni cómo lo haríamos, pero el camino a seguir y nuestro continuo crecimiento siempre estarán marcados por quienes se unan a nuestra familia y compartan este sueño.

farming organic

NUESTRA MISION HOY

En Finca Las Hormigas, nos dedicamos a crear un entorno inmersivo donde educadores, estudiantes y mentes curiosas convergen para explorar los principios de la permacultura y la vida sostenible sin conexión a la red eléctrica. Nuestra pasión reside en el complejo mundo que se esconde bajo nuestros pies: la regeneración del suelo y la microbiología.

Reconocemos que las plantas sanas nacen de un suelo sano, repleto de una comunidad diversa de microorganismos. Estos aliados microscópicos —bacterias, hongos, protozoos y más— desempeñan un papel fundamental en el ciclo de nutrientes, la descomposición de la materia orgánica y la protección de las plantas contra plagas y enfermedades. Al fomentar este vibrante ecosistema del suelo, no solo mejoramos el crecimiento de las plantas, sino que también contribuimos a la resiliencia general de nuestros sistemas agrícolas. La agricultura orgánica no se limita a la ausencia de compuestos químicos, sino también a la optimización y presencia de vida microscópica en el suelo.

A través de talleres prácticos, proyectos colaborativos e intercambio de conocimientos con las comunidades locales, nos esforzamos por profundizar nuestra comprensión colectiva de estos procesos vitales. Juntos, cultivamos un aula viva donde cada participante contribuye y aprende de la dinámica interacción de la vida subsuperficial.

Estamos regenerando varias hectáreas de campos ganaderos baldíos para convertirlas en zonas de producción orgánica de frutas, alimentos y especias. Además, protegemos más de 38 hectáreas de selva virgen que, junto con otros propietarios con ideas afines, contribuyen a un importante corredor de vida silvestre entre el Refugio de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo y la Reserva Indígena Kekoldi.

NUESTRA VISION MAÑANA

Visualizamos un futuro donde nuestra finca sea un referente de vida regenerativa, educación y empoderamiento comunitario. Aspiramos a cultivar un ecosistema armonioso donde los seres humanos, la flora y la fauna coexistan de forma sostenible, demostrando el profundo impacto de la gestión colectiva.

Creemos que, al cuidar la tierra y a su gente, podemos inspirar un movimiento global hacia un mundo más sostenible y conectado. Nuestra visión no es solo un destino, sino un viaje continuo de crecimiento, aprendizaje y propósito compartido.

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Nuestros objetivos para los próximos años incluyen:

- Ampliar el alcance educativo : desarrollar programas y talleres inmersivos que capaciten a las personas con habilidades prácticas en permacultura, agricultura sustentable y vida fuera de la red.

- Fortalecimiento de los lazos comunitarios : Fomentar colaboraciones con comunidades locales y grupos indígenas para compartir conocimientos, recursos y prácticas culturales que honren la tierra.

- Innovar en prácticas sostenibles : Implementar tecnologías y métodos de vanguardia y respetuosos con el medio ambiente que sirvan como modelo para el desarrollo sostenible en entornos similares.

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